
PORQUÉ EL TRABAJO CON LA PRIMERA INFANCIA.
Reiteradamente se ha sustentado que el ejercicio de la práctica profesional del psicólogo en una Institución constituye una constante exigencia de trabajo, un factor confortante que permite el emerger de preguntas que tienen que ver con el encuentro con lo diverso y con lo propio.
Preguntas de aspectos infinitos, frente a las cuales la racionalidad se queda corta para dar una respuesta satisfactoria que tranquilice de alguna manera estos deseos de saber, puesto que estas preguntas no han sido propuestas por nosotros en el campo de la reflexión autónoma, sino que proceden de ese escenario a quien llamamos Otro (la familia, la escuela, y demás instituciones) más basto que nosotros mismos y que escapa radicalmente a nuestro saber, incluso a nuestro saber inconsciente.
Estos interrogantes o mejor, esta relación critica entre la demanda del niño la demanda de la Institución y el hacer profesional se erigen como el principio de esta justificación.
Como Psicólogos y psicoterapeutas que colaboramos en Sigmón, preocupados y ocupados activa y responsablemente del acompañamiento de nuestros pequeños, y siendo nuestro centro también un ente activo que pertenece y hace parte de este complejo entramado de relaciones articulamos esta ambiciosa, pero a la vez sencilla respuesta.
SIGMÓN RESPONDE:
Nos ofrecemos como un lugar, un espacio seguro amable y lúdico en donde vamos a devolver al niño y a la niña su palabra, contribuyendo con ello al desarrollo armónico de todo su potencial.
Sabemos que el desarrollo como proceso es una noción fundacional en toda praxis que se relacione con la primera infancia, la noción de proceso resalta su carácter de cambio, desenvolvimiento y transformación gradual hacia mayores y más complejos niveles de desarrollo, además entendemos que hay ritmos y tiempos propios a cada niño, niña y que su edad cronológica puede servirnos como punto de referencia, pero no tiene por qué ser el factor determinante.
En Sigmón somos muy conscientes del valor innombrable que tienen estos primeros años de vida para el desarrollo de la personalidad futura de todo ser humano, ya que durante ellos tiene lugar el proceso de socialización más intenso como también el desarrollo físico y cognitivo.
Llenar de sentido la vida cotidiana de los niños, impulsar su desarrollo como sujetos y promover su libre expresión y construcción de nuevos conocimientos se constituyen como
punto de partida de nuestro hacer y misión en lo referente al trabajo con los niños y las niñas
en la edad temprana.
LOS SÍNTOMAS DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS.
En SIGMÓN: Trabajamos con base en un referente Psicodinámico, que lee el síntoma de los pequeños como una respuesta a los pedidos de la institución, sea esta, familia, o colegio pues muchas veces, estás en su en su afán de protegerle y cuidarle hacen caso omiso de su palabra.
El niño que hace síntomas no es recibido en Sigmón como alguien que ha salido de su realidad o esta desadaptado de ella y que por tanto hay que arreglar y curar; nuestro espacio no es un taller, ni nuestro hacer va de mecánicos. Desde nuestra visión recibimos niños que están sufriendo y demandan ser escuchados.
Es valioso pensar que a través del lazo social del discurso, el niño busca hacerse reconocer por los otros, haciendo uso de la palabra como mediadora, y si ésta no es escuchada, en su lugar estarán sustitutos, el síntoma por ej. , que también reclama una escucha, como algo que quiere decirse o mejor que habla por sí mismo.
La crisis en las familias o en las instituciones escolares que piden nuestros servicios nos dicen algo de ese no saber institucional que irrumpe y anuncia cierta verdad, de la relación niño – institución.
Mirar detenidamente y escuchar con paciencia y atención a todos y todas las partes relacionadas con esas crisis y momentos tan particulares de cada familia, de cada colegio, y
de cada niño y niña son nuestro horizonte de trabajo.