Los adolescentes dejan ver en ocasiones sus conflictos internos y externos en la familia, en la escuela y en su entorno social: salen mucho y hasta muy tarde, son rebeldes, hablan de forma desafiante, no saben organizar sus deberes ni sus propios espacios, están tristes, se les dificulta dar a conocer sus pensamientos, no atienden, presentan dificultades de comunicación. Muchos podrían presentar problemas de conducta, de comportamiento, de personalidad, de ansiedad, de atención, etc.
Nuestra atención va dirigida a escuchar al adolescente sobre lo que él quiere decir de sí mismo y de su entorno. Esto nos permite acercarnos a sus emociones y pensamientos y darles la oportunidad de reflexionar sobre sus actitudes y su forma de ver el mundo y quienes les rodean.
Nuestra intervención se centra en tres frentes:
Con los padres:
Imprescindibles en el inicio de la terapia de sus hijos. No solo porque pueden aportar su historia, señalando sus capacidades, fortalezas, miedos, dificultades y sucesos, porque además nos permiten conocer al adolescente, orientarle y darle contención para que pueda afrontar las diferentes situaciones que se presentan en el entorno familiar, social o escolar.
En la escuela:
Acompañando al adolescente en casos puntuales en el proceso de aprender, teniendo en cuenta lo que le pasa, a qué atiende, cuál es su comportamiento y conducta, qué es lo que obstaculiza el cumplimiento de las actividades escolares dentro y fuera de la escuela. Desarrollamos estrategias de acuerdo con el conflicto específico que presente cada adolescente, con la relación con sus padres y hermanos/as, profesores/as, amigos y amigas. En otras palabras, de acuerdo a su forma de vivir el aprendizaje escolar, social y familiar.
Con el/la adolescente,
Les escuchamos, descubrimos los conflictos a nivel escolar y emocional, determinamos cuáles son sus dificultades pero también sus potencialidades, y por último realizamos las intervenciones pedagógicas o terapéuticas que sean necesarias.
Atendemos dificultades en los estudios, hiperactividad, ansiedad, depresión, trastornos alimentarios, separación de padres, adaptación e inmigración, trastornos de la personalidad, impulsividad, acoso escolar, adicciones, etc.